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Los pilotos consideran que la situación es 'delicada' cuando hay rachas del suroeste

El aeropuerto de Bilbao tiene una situación 'delicada' para operar cuando sopla el viento suroeste, según la terminología empleada por los pilotos. 'Es un aeropuerto con cierta dificultad, pero en general como todos los de la cornisa cantábrica debido a la orografía y la meteorología', explica un portavoz del sindicato de pilotos SEPLA. En el caso de la instalación vizcaína, el viento del suroeste es 'el peor debido a las corrientes que se forman en el valle'.

La situación orográfica obliga a que los aviones que entran por el municipio de Derio tengan que realizar una inclinación 3,5 grados mayor de lo habitual y lleven una velocidad un 15% superior a lo normal, además de desaprovechar 500 metros de la pista de aterrizaje. 'En condiciones normales esto no supone ningún problema. Cuando llueve mucho y sobre todo con el fuerte viento es más problemático', añaden.

La dirección del aeródromo recuerda las mejoras en la aproximación, 'que han supuesto menos desvíos de vuelos. Ahora con la lluvia y la niebla no hay los problemas de antes. Pero para el tema del viento no hay mejora posible; sólo está la pericia del piloto y el conocimiento del aeropuerto'.

El grupo ecologista Lur Maitea censuró el riesgo de 'catástrofe química' debido a la existencia del depósito de lindane al final de la pista principal y criticó que la 'ley se está vulnerando. No existe el preceptivo plan de emergencia exterior'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de febrero de 2001