La sala Amárica de la Diputación alavesa abre hoy una muestra de los últimos trabajos de José Ramón Amondarain (San Sebastián, 1964), un recorrido por lo que de gastronómico tiene la creación pictórica. Bajo el título Sípidos, el pintor donostiarra ofrece una serie de óleos, esculturas y dibujos que se acercan muchas veces más a los aspectos escatológicos que a los placenteros del sentido del gusto.
La exposición se inscribe en el compromiso tradicional con el arte contemporáneo de la sala Amárica, que anualmente ha prestado en una de sus muestras atención a los creadores vascos. En esta ocasión el elegido ha sido Amondarain, un joven pintor que ya el año exhibió su obra en la galería Windsor de Bilbao y que cuenta con obra en las principales instituciones españolas, como el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.
En esta ocasión, el encargo fue concreto: la preparación de una serie de obras para este espacio. Amondarain ha recurrido a la vinculación clásica del trabajo del artista con la cocina, para proponer un juego entre el saber y el sabor, con la paleta del pintor como eje central y su decadencia y hasta desaparición en el arte contemporáneo. Esta línea argumental siguen los estudios del catálogo, preparados por Francisco Javier San Martín o Juan Luis Moraza. El primero presenta un recorrido por el papel de la paleta del pintor en el último siglo, mientras que el segundo ofrece una reflexión sobre el papel de la gastronomía en la cultura.
La exposición contará con un taller para niños que se desarrollará del 5 al 9 de marzo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de febrero de 2001