El encuentro organizado por La Moncloa se abrió con un vídeo resumen del anteproyecto de Ley del Plan Hidrológico Nacional, que el Ejecutivo del PP ha reducido a un trasvase de 1.050 hectómetros cúbicos anuales desde el bajo Ebro hacia Barcelona y todo el litoral levantino.
El presidente de la Confederación Nacional de Regantes, Andrés del Campo, felicitó a Aznar, al ministro Jaume Matas, a su predecesora en el Ministerio de Medio Ambiente, Isabel Tocino, y a todo el equipo que ha colaborado en la redacción del plan. Dijo que sus representados eran los sufridores del déficit del agua en España y que los objetivos del plan coincidían con los suyos.
Estos mismos regantes rechazaron el plan elaborado por los socialistas, porque les comprometía a pagar los costes del agua. 'En éste, todavía no nos han pedido nada, por eso lo apoyamos', dijo un regante de la cuenca del Ebro. El ministro Matas calentó la intervención de Aznar con un dicho castellano, familiar al presidente por conocer bien la región: 'Virgen de la Fuensanta/hoy tus cofrades te imploran/ que le des agua a Peñafiel/ y los demás...'. La frase la dejó sin terminar.
Matas acabó diciendo que 'cuidado con buscar amigos y cómplices fuera de España. Tenemos que apoyarnos mutuamente y resolver entre nosotros nuestros problemas'. Esta llamada al presidente aragonés, el socialista Marcelino Iglesias, fue refrendada por el propio Aznar, quien advirtió que 'no tiene sentido poner dificultades a la financiación del plan. Intentar impedir o crear dificultades es una muestra de lo que no hay que hacer'.
Tras dirigirse a los trescientos asistentes -'quería conocer vuestra opinión un día antes de la aprobación del plan-, dijo que hoy se convertirá en un hito histórico en nuestro país después de décadas de espera'. Criticó la politización del agua y los enfrentamientos por puros intereses electorales, una práctica que ejercitó con intensidad cuando estaba en la oposición a través de Loyola de Palacio, ex portavoz adjunta del grupo popular.
Improvisar
De Palacio era contraria a la exagerada conversión de tierras de secano en regadíos prevista en los planes hidrológicos de cuencas y consiguió un pronunciamiento del Senado para que junto al plan hidrológico se presentara otro de regadíos, ya que éstos consumen más del 80% del agua en España. El PP no lo ha presentado todavía. Aznar echó en cara al PSOE el anuncio de presentar 'en dos días' un texto alternativo después de varias legislaturas sin hacerlo. 'El agua es un tema demasiado serio para improvisar. Así no se hace política ni se construye país', dijo. En su mención a la comunidad aragonesa, el presidente dijo que el plan garantiza las obras del pacto de Aragón. 'Van a dejar de ser una promesa. Esas obras que no se habían acometido nunca serán una realidad'. Señaló también que el trasvase no va a hipotecar a nadie y que hay que darle al agua su valor. 'Se trata de un bien escaso que obligatoriamente hay que gestionarlo bien'. Finalmente apeló a la oportunidad que supone para España y a la necesidad de aprovecharla, ya que con el plan será 'más justa, solidaria y cohesionada'. Un regante murciano de Molina de Segura remató el acto con un 'viva el presidente'.
Al mismo tiempo, en Zaragoza todos los grupos políticos, a excepción del PP, aprobaron una moción contra las acusaciones de insolidaridad de Aragón, informa Concha Monserrat. También cerraron filas junto a Iglesias y rechazaron las acusaciones de deslealtad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de febrero de 2001