Al parecer al consejero de Educación le parece poco lo que hacemos durante todo el año y ahora quiere que no sólo estemos disponibles en el mes de julio sino que estemos en nuestros centros de trabajo todo el mes.El mes de julio ya se destina tradicionalmente al reciclaje y la formación, pero es verdad que no acudimos al centro de continuo porque la labor que se nos pide que hagamos en el centro es una que normalemnte todo el año hemos de hacer en casa: preparar clases, corregir y programar. Se le olvida al Consejero que ésta es una profesión en la que es difícil desconectar, pero no acudir en julio al centro implica hacer nuestro trabajo con más comodidad.
Sin embargo también se le olvida al consejero que los funcionarios de Educación somos los que menos cobramos por nivel, es decir, un 24 A en otra consejería cobra una media de 30.000 a 50.000 pesetas más y además tiene carrera funcionarial, es decir, que puede ascencer e incrementar el sueldo. Si el consejero nos pide que tengamos un horario y un calendario como los demás funcionarios, también nos habrá de equiparar en lo demás, sino eso se llama agravio, y podríamos hablar con el Síndic de Greuges.
Ni mencionar la injusticia que se cometería al diferenciarnos de todos los funcionarios docentes de todo el país.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de febrero de 2001