Los numerosos dirigentes socialistas que ayer se encontraron en Magaz de Pisuerga, entre los que estaban cargos autonómicos y miembros de la Ejecutiva Federal, denotaban preocupación por la 'imagen' de división que pudieran estar dando en torno a uno de los asuntos más trascendentes para la organización socialista, cual es su presentación ante la sociedad con un proyecto para toda España, puesto en entredicho con las discrepancias respecto al Plan Hidrológico Nacional y el recurso ante el Tribunal Constitucional de la reforma de la Ley de Extranjería. En todo caso dejaron la voz cantante al presidente del PSOE, Manuel Chaves, para que marcara la pauta.
José Blanco, secretario de organización; Trinidad Jiménez, responsable de Relaciones Internacionales; Álvaro Cuesta, titular del área municipal, y Carmen Chacón, al frente de cultura e investigación, escucharon con suma atención a su presidente asegurar con firmeza que el PSOE 'tiene un proyecto de Estado basado en la Constitución y los Estatutos y no va a haber flancos de ataque en esta materia para el PP'.
El presidente de los socialistas aseguró, 'como presidente de una comunidad', que nunca iba a permitir la restricción de competencias de las autonomías y los ayuntamientos. 'Ahora bien, nunca voy a defender el achatamiento del Estado ni el asalto al Estado de las comunidades autónomas'.
El político andaluz se alineó con el dirigente catalán Pascual Maragall, ponente en estas jornadas, para defender la reforma constitucional que lleve al Senado a ser una Cámara territorial. 'La reforma que ha presentado el PP para el Senado no sirve para nada, es una mera modificación del Reglamento de la Cámara y con eso no se va a ninguna parte', concluyó Chaves.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de febrero de 2001