La tercera jornada de huelga por el convenio del metal acabó ayer con acusaciones de CC OO y la Federación Vizcaína de Empresas del Metal contra el sindicato ELA por insultos y amenazas. Los incidentes ocurrieron en la concentración que celebraron a mediodía ELA, Comisiones Obreras, UGT y LAB (los cuatro convocantes del paro en Vizcaya) frente a la sede en Bilbao de la patronal provincial del sector.
La convocatoria unitaria apenas duró unos minutos, pues los miembros de CC OO abandonaron la concentración ante las amenazas e insultos recibidos por parte de delegados de ELA, según aseguraron fuentes de Comisiones. 'La jornada empezó caliente pues en algunas empresas que habían decidido no ir a la huelga se presentaron piquetes violentos que obligaron a los trabajadores a parar, como en Ericsson', aseguró Javier Blasco, de la federación del Metal de Comisiones Obreras. Blasco instó a ELA a que 'reconduzca determinadas actitudes hacia otros sindicatos que están fomentando entre sus delegados y que sólo benefician a la patronal'.
Durante la concentración, los manifestantes lanzaron petardos y huevos contra la fachada del céntrico edificio donde la Federación Vizcaína del Metal tiene su sede.
Daños materiales
La patronal denunció los daños materiales ocasionados en el inmueble y criticó la existencia de pintadas y consignas como la que decía 'A la patronal, amonal'. La Federación Vizcaína del Metal aseguró que 'bajo este clima de amenazas no se puede llevar a buen término negociación alguna' y reprocharon la actitud 'intransigente e inamovible' de los sindicatos.
La última jornada de huelga en el sector tuvo repercusiones diferentes, según patronal y sindicatos. Mientras ELA aseguró que el 80% de las empresas vizcaínas y guipuzcoanas no trabajó, la patronal vizcaína señalaba que sólo paró el 25% de las empresas y la guipuzcoana Adegi cifró en un 30% el seguimiento de la huelga en esa provincia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de febrero de 2001