El delegado de la Unió de Llauradors-Coag en la provincia de Alicante, José Castro, precisó que la demanda de mano de obra agrícola no tiene por qué corresponder al número de trabajadores necesarios, ya que muchos temporeros pueden enlazar varias campañas de recolección a lo largo del año.
Con el fin de hacer una puesta en común de las necesidades de braceros en España, las diferentes delegaciones provinciales de la Coag se reunirán hoy en Madrid. Entre los objetivos de la organización sindical, figura la creación de una bolsa de trabajo que regularice el empleo agrícola, y 'garantizar así nueve meses de campaña' para los trabajadores del campo, según explicó el coordinador técnico de la Unió de Llauradors-Coag en la Comunidad Valenciana, Antonio Merchán.
La fuga progresiva de los trabajadores del campo a otros sectores como la hostelería y los servicios; y la nueva Ley de Extranjería amenaza con echar a perder las cosechas. El endurecimiento de las penas a los empresarios que contraten inmigrantes sin papeles es otro factor en contra. En este sentido, Merchán subrayó: 'No hacemos las leyes, pero una vez más somos víctimas'.
Por ello, la Unió de Llauradors-Coag exige a la Administración central que adopte medidas dirigidas, sobre todo, a los extranjeros, colectivo más proclive a desempeñar las tareas del campo. 'Reclamamos al Gobierno que diseñe un modelo de contrato que permita a los inmigrantes desarrollar su trabajo en las mismas condiciones sociolaborales que los empleados nacionales', dijo. 'No podemos perder las cosechas, porque de ellas dependen muchas familias', añadió.
Esta iniciativa, ya puesta en marcha por la patronal agrícola catalana hace ocho años, posibilitará que los sindicatos agrarios proporcionen a los patronos los empleados que precisen, bajo dos premisas: que la patronal aloje a los temporeros en unas dignas instalaciones, y el ofrecimiento de unos salarios, regulados por convenio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de febrero de 2001