Que el presidente del Gobierno llame 'cositas' a todo aquello que no encaja en su 'España va bien' (ley de inmigración, Tireless, sentencia sobre el sueldo de los funcionarios, indulto a Gómez de Liaño, vacas locas, etcétera) puede significar dos cosas: que el presidente no conceda excesiva importancia a aquellos problemas que sí la tienen, en cuyo caso mostraría escasa diligencia en el desempeño de sus funciones, o que se ve a sí mismo, desde las alturas del poder, sobrado de fuerzas para acometer y resolver dichos problemas, lo cual denotaría, a la vista del estado de las cosas, un signo inequívoco de presunción.
Escasa diligencia o presunción, en cualquier caso, el presidente siempre sale malparado.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de febrero de 2001