Los consejos reguladores de vino de Alicante y Valencia están estudiando la creación de un logotipo o distintivo que diferencie la auténtica Mistela de Moscatel-etiquetada bajo la denominación licor de moscatel- de otros sucedáneos que se comercializan y que inducen a error al consumidor.
'Es como hacer pasar la malta por café', explicaba ayer el presidente del Grupo de exportadores de la Federación Valenciana del Vino, Arnoldo Valsangiacomo. Aunque esta práctica no es ilegal, explicó, provoca que los productores de esta variedad de vino 'no vendan lo que podrían vender'.
Valsangiacomo explicó que la consideración, hace unos 15 años, de la mistela como producto derivado del alcohol supuso un gravamen que provocó la proliferación de sucedáneos exentos de este impuesto. Unos sucedáneos que se etiquetan baja la única denominación de 'moscatel', pero que contienen en letra pequeña la especificación de 'vino aromatizado'. Además, explica Valsangiacomo, su precio en los puntos de venta es entre 100 y 150 pesetas más económico que la auténtica mistela de moscatel.
La 'confusión', ha provocado que muchos viticultores transformen sus cultivos ante la imposibilidad de dar salida a la producción. El 85% del vino de moscatel se produce en la Comunidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de febrero de 2001