Resido en la calle de Alberto Bosch, la cual viene padeciendo desde hace más de tres meses unas interminables obras para introducir en una zanja abierta en las aceras unos tubos que los vecinos no sabemos para qué son. Pues bien, en la apertura de esas zanjas se ha tardado casi un mes; en cerrarlas, otro tanto; y en poner las losetas -que no están terminadas-, un mes más. Y ahora nos abren otra zanja en la calle para otros tubos, de los cuales también ignoramos el cometido.
Teniendo en cuenta que esta calle sólo tiene 17 portales a la izquierda y 16 a la derecha, pueden hacerse idea de la longitud de la vía. Y para esta obra menor llevamos sufriendo casi cuatro meses. ¿Es esto admisible? ¿Quién vigila la duración de las obras que ejecutan las contratas del Ayuntamiento? A este ritmo de trabajo, ¿cuánto duraría la construcción de un simple edificio de cinco plantas? Supongo que varios lustros.
Y como consecuencia de todo esto, también nos vemos privados, en gran medida, de estacionar nuestros vehículos, por lo cual pagamos, puntualmente, la correspondiente tasa.
Aprovechando esta carta, me permito sugerir al señor alcalde que, de vez en cuando, visite los distintos barrios de Madrid, sin utilizar un cómodo automóvil ni rodeado de magnates del propio Ayuntamiento, para cerciorarse del estado de los mismos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de febrero de 2001