El Ayuntamiento de Madrid esperará a que el Ministerio de Fomento acometa una reforma, aún sin fecha, en la estación de Atocha para exigir a Renfe la instalación de pantallas acústicas. Éstas defenderían a los vecinos de Méndez Álvaro del ruido que soportan, desde hace más de seis años, por los trenes de cercanías que pasan junto a sus viviendas. El Tribunal Supremo dio vía libre a principios de febrero para que el Ayuntamiento obligue a la compañía ferroviaria a colocar las pantallas. Esta resolución llega tras más de seis años de litigios protagonizados por los residentes.
El concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, aseguró ayer que sus servicios técnicos ya se han puesto en contacto con Renfe. 'Pero desde Renfe nos han respondido que Fomento está planeando una reforma de la estación para acoger los nuevos trenes AVE, y que en esa reforma incluirán un sistema para aminorar el ruido, que puede consistir en que por esas vías más cercanas a las casas no circulen los trenes más sonoros', señaló el edil. En cualquier caso, García-Loygorri está dispuesto a 'obligar' a Renfe a que levante las pantallas 'si con la reforma de los recorridos no se solucionan los problemas de los vecinos'. La resolución del Supremo permitía al Ayuntamiento instalar por sí mismo las pantallas y pasar posteriormente la factura a la compañía ferroviaria. Esta medida no convence al edil de Medio Ambiente, partidario de que Renfe ejecute -y pague desde el principio- las obras.
Un portavoz de Renfe confirmó que la compañía 'acometerá la construcción de pantallas en coordinación con Fomento si se ve que cambiando los recorridos no se solucionan los problemas de ruido'.
Las molestias en las viviendas de Méndez Álvaro por el paso de los trenes comenzaron en 1994. Aquel año, y tras las protestas de los vecinos, la por entonces concejal de Medio Ambiente -y hoy presidenta del Senado-, Esperanza Aguirre, impuso una multa a Renfe de 100.000 pesetas y dio un 'plazo de dos meses' a la compañía para que efectuara los arreglos necesarios, a fin de que los trenes no molestaran.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de febrero de 2001