Me gustaría responder a la carta del señor García Palancar Reino Unido y 'vacas locas' con un simple dicho que hay en inglés, 'It takes two to tango' (hacen falta dos para bailar un tango). Estoy totalmente de acuerdo con que el hecho de exportar harinas cárnicas cuando estaba prohibido es deplorable, pero supongo que donde hay un vendedor también hay un comprador (quien también sabía de la prohibición). Ahora es el momento de trabajar juntos a nivel europeo para solucionar este problema, y no de acusar a un Gobierno o país de todos los males de las ahora famosas vacas locas.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de febrero de 2001