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Una ONG acusa a la gran industria de impedir los fármacos baratos para países pobres

La organización humanitaria británica Oxfam acusó ayer a la industria farmacéutica mundial y a los países ricos de practicar 'una guerra no declarada' contra los países pobres, al no autorizarles a fabricar copias baratas de medicamentos contra las epidemias mortales. En un comunicado hecho público con motivo de la campaña ¡Bajad los precios!, la organización cree que los países en vías de desarrollo deberían estar autorizados a fabricar copias de las drogas contra el sida, las enfermedades respiratorias y las diarreas infantiles.

Los precios de los medicamentos originales son muy elevados debido a las exclusivas y las patentes impuestas por los grandes laboratorios, considera Oxfam, que tiene previsto ejecutar a lo largo de 2001 una política de presión sobre GlaxoSmithKline, el gigante farmacéutico británico, nacido de una fusión de dos grandes laboratorios.

Esta asociación pretende que Glaxo aclare abiertamente de qué forma va a cumplir con su antiguo compromiso sobre 'la disponibilidad de los medicamentos poco asequibles en los países en vías de desarrollo', y que fije 'un precio justo' en sus productos en función del poder adquisitivo de los habitantes de los países pobres. Finalmente, Oxfam pide que el grupo farmacéutico done a un fondo de investigación de enfermedades epidémicas del Tercer Mundo un porcentaje de las ventas de sus medicamentos, que ascienden, afirma, a más de mil millones de dólares (unos 178.000 millones de pesetas) anuales.

Oxfam asegura que la inaccesibilidad a estos productos supone 'una de las principales causas de pobreza y de sufrimiento', estima que cerca de 2.000 millones de personas no reciben los cuidados sanitarios elementales y recuerda que 11 millones de personas mueren cada año a causa de 'enfermedades que podrían evitarse'.

Un portavoz de Glaxo afirmó que iban a 'prestar atención' a estas 'recomendaciones', y lamentó que 'Oxfam no tenga en cuenta el compromiso ya antiguo del grupo' referente a los programas para la eliminación de la filariosis linfática -un mal tropical- y contra la malaria y la tuberculosis.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de febrero de 2001