Hasta el pasado domingo se habían registrado 3.455 réplicas del terremoto que devastó El Salvador el pasado 13 de enero, según cifras el Centro de Investigaciones Geotécnicas (CIG) del país centroamericano, lo que ha instalado el pánico entre la población. El seísmo causó, según cifras oficiales, 827 muertos, 4.517 heridos, 1,16 millones de damnificados y pérdidas superiores a los 1.000 millones de dólares (unos 180.000 millones de pesetas).
El Salvador había recibido hasta ayer 2.589 toneladas de ayuda desde el exterior. Según el balance oficial, la ayuda internacional disminuyó un 13% en febrero con relación a la recibida en enero. Del total de la ayuda, el 80% fue entregada a las diferentes Organizaciones No Gubernamentales encargadas de distribuirla, mientras que el Gobierno recibió directamente el 20% restante.
La Unión Europea (UE) anunció ayer mismo que seguirá enviando ayuda de urgencia a las víctimas del terremoto del 13 de enero. Según la Comisión Europea, 'los programas de reconstrucción a medio y largo plazo para El Salvador deberán establecerse mediante una minuciosa evaluación de las necesidades tras la fase de emergencia, de los planes del Gobierno, de la intención de otros donantes, etcétera'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de febrero de 2001