El ministro francés de Asuntos Exteriores, Hubert Védrine, llegó ayer a Argel en una visita de trabajo dentro de un delicado contexto marcado por la polémica sobre el origen de las masacres en Argelia. A su llegada a la capital argelina, Védrine destacó 'el buen clima' de las relaciones bilaterales. 'Estoy en Argel para alimentar las relaciones tan importantes existentes entre nuestros dos países y estoy también convencido de que éstas se desarrollarán bajo un excelente clima'.
Védrine es el tercer miembro del Gabinete francés que visita Argelia en las dos últimas semanas. Su viaje se produce pocos días después de que un grupo de intelectuales franceses y argelinos residentes en Francia lanzaran un manifiesto en París en el que criticaron que el Gobierno del primer ministro Lionel Jospin 'no denuncie los crímenes que se cometen en Argelia'.
Estas acusaciones se vertieron después de la publicación de un libro titulado La guerra sucia, escrito por un antiguo oficial paracaidista del Ejército argelino, Habib Suaidia, en el que éste afirma que los militares argelinos fueron autores de varias matanzas de civiles atribuidas erróneamente a las bandas armadas integristas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de febrero de 2001