El Gobierno de Marruecos se ha mostrado muy reticente a que sean repatriados a ese país los 50 niños de la calle que deambulan por Barcelona y que rechazan la tutela y las ayudas que les ofrece el Departamento de Justicia de la Generalitat. Núria de Gispert,ex titular de este departamento y actualmente consejera de Gobernación, se empleó ayer a fondo con las autoridades de aquel país para que reconsideren su oposición y acepten la propuesta de la Administración autonómica de llevar a estos chicos a Marruecos después de localizar a su familia, subvencionar sus estudios y encontrarles después un trabajo en Cataluña para poder concederles la residencia.
De Gispert llegó a ofrecer uncluso la ayuda institucional para contribuir a la construcción de un centro de formación profesional en Marruecos, pero el ministro de Justicia marroquí se desentendió del futuro de unos niños que ya no viven en su país y que en muchas ocasiones se dedican al pillaje o consumen drogas. Al final, sólo aceptó estudiar el expediente de 10 de ellos, cinco con problemas de salud, tanto físicos como psíquicos, y de otros cinco siempre que se tenga la seguridad de que su familia todavía reside en Marruecos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de febrero de 2001