El consejero delegado de Telefónica expresó su confianza en una rápida recuperación de los valores tecnológicos, aunque reconoció que existen dudas razonables.Abril-Martorell señaló entre las incertidumbres el cambio de expectativas económicas en EE UU, los nuevos hábitos de consumo y el reto que supone el lanzamiento de nuevas tecnologías.
Explicó que la creciente demanda de servicios obliga a modernizar las redes de telefonía fija (con sistemas ADSL) y apostar decididamente por las nuevas tecnologías de móvil (UMTS). Ese cambio tecnológico está provocando que aumente el endeudamiento de las operadoras europeas y se acrecienten las dudas de los inversores. A su juicio, en el caso español se añade la incertidumbre regulatoria . 'Los inversores están más sensibles a esas incertidumbres y se muestran más selectivos', explicó Abril-Martorell en el Foro de la Nueva Economía del diario Abc y la consultora Arthur Andersen.
'Se hace necesario un marco adecuado y estable', dijo, y 'una menor intervención', aseguró en presencia del secretario de Estado para la Sociedad de la Información, Baudilio Tomé, y el presidente de la Comisión de Telecomunicaciones, José María Vázquez.
El consejero delegado de Telefónica señaló que la compañía española está más capitalizada que otras (citó a Bristish Telecom y Telecom Italia), a corta distancia de France Télécom y Deutsche Telekom, y con un 'endeudamiento menor'. Reconoció que la situación del sector puede acelerar las adquisiciones y fusiones. 'Nosotros estamos bien como estamos. Puede haber oportunidades, pero no vamos hacer por hacer si no es algo que encaje en nuestra estrategia', afirmó. Recordó que la holandesa KPN y la finlandesa Sonera están muy castigadas en Bolsa y valen menos que Telefónica.
Abril-Martorell destacó la presencia en América Latina -'el 50% del margen operativo del grupo procede de fuera de España'-, la presencia de Móviles en Bolsa, la apuesta por Internet y los contenidos audiovisuales como bazas frente a las competidoras. Recordó que Telefónica de España ha reducido su plantilla de 73.000 a 40.000 empleados con un coste de un billón de pesetas (30,3 millones de pesetas por trabajador).
Respecto a su presencia en medios, dijo que es una prioridad estratégica -junto a móviles, Internet y la banda ancha-. 'Encaja perfectamente en el contexto de convergencia multimedia. Estamos ahí para quedarnos', aunque no descartó la entrada de socios en Media para 'seguir mejorando operativamente'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de febrero de 2001