El ministro de Interior chileno, José Miguel Insulza, afirmó ayer que no es conveniente para la paz social del país una escalada de denuncias sobre violaciones a los derechos humanos en la dictadura sin resultado de muerte, tras la presentación de querellas por tortura contra el ex dictador Augusto Pinochet y el general Hernán Gabrielli.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de febrero de 2001