English Heritage, el equivalente británico al Patrimonio Nacional, ha visto cómo el Comité de Cuentas de la Cámara de los Comunes le sacaba los colores por haberle hecho 'un saldo' al ex rey Constantino de Grecia cuando éste alquiló Kenwood House, un edificio histórico de Londres, para acoger la boda de su hija, la princesa Alexia, con el arquitecto español Carlos Morales Quintana. La ceremonia, celebrada hace 18 meses, costó cerca de diez millones de pesetas, más o menos el precio de coste para este tipo de actos en tan selecto lugar. El acuerdo fue sellado entre el padre de la novia y su buen amigo sir Jocelyn Stevens, a la sazón presidente del patronato gubernamental responsable del inmueble. Aunque no hubo otros pactos firmes, se suponía que Constantino efectuaría luego una donación personal. Más de un año después del enlace, fue el propio sir Jocelyn quien giró unos dos millones de pesetas de su bolsillo para contribuir al mantenimiento de Kenwood House. Dicha suma le ha sido ya reembolsada por el ex monarca griego. Sin embargo, como la transacción se produjo cuatro días antes de que los Comunes investigaran los detalles financieros de unas nupcias que reunieron a buena parte de la realeza europea, sus señorías han calificado de 'chapuza' el arreglo económico. Pam Alexander, directora ejecutiva de English Heritage, ha respondido que la publicidad ganada con la presencia de tantos reyes, reinas, príncipes y princesas en un espacio público era en cierto modo impagable.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de febrero de 2001