Un portavoz de la Delegación del Gobierno en Cataluña anunciaró ayer que considera 'roto' el acuerdo firmado la semana pasada con los representantes legales de los 700 inmigrantes indocumentados encerrados en diez iglesias de Barcelona. La Delegación afirmó que las nuevas demandas de los inmigrantes -básicamente, ampliar la regularización a todos los inmigrantes sin papeles de España- son 'inasumibles'. Sin embargo, los encerrados reiteraron ayer que sus peticiones tienen cabida dentro de la nueva Ley de Extranjería y acusan al Gobierno central de ser el responsable de la ruptura del acuerdo al negarse a continuar con las negociaciones. La Delegación del Gobierno, por su parte, acusó a los promotores de los encierros de 'mantener la protesta artificialmente' y de no tener en cuenta las reivindicaciones reales de los encerrados. La portavoz de la plataforma Papeles para Todos, la ecuatoriana Norma Falconi, acusó al Gobierno de pretender 'cansar' a los inmigrantes encerrados en las iglesias y reiteró que los que se encuentran en las iglesias 'continúan muy animados'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de febrero de 2001