Varios incidentes se han producido en la calle Bello, en el distrito Marítimo de Valencia, desde que la pasada semana la Policía tomara día y noche cada una de sus esquinas y pusiera en marcha un operativo con el que hacer frente al intenso tráfico de drogas que los vecinos denuncian desde hace años. La presencia de los agentes ha llevado a la identificación de alrededor de un centenar de personas y algunas detenciones. Y sobre todo, ha evitado que se venda droga impunemente en la calle. La situación es de tensión contenida. Ayer, hacia las once de la mañana, una dotación de la Policía Local procedió a identificar a varias personas, una de las cuales fue conducida a la comisaría. Fue entonces cuando algunos toxicómanos, que deambulan por el barrio esperando el momento de comprar, increparon a los vecinos culpándoles del cerco que ahora viven. Por su parte, los vecinos respondieron lanzando huevos y tomates desde las ventanas.
Si bien la situación no pasó ayer a más, la noche anterior se produjeron algunas reyertas en las calles adyacentes. El pasado martes, una pelea entre jóvenes de origen magrebí acabó con una herida grave de navaja en la mano de uno de ellos.
Según portavoces de la coordinadora de asociaciones de vecinos de El Marítim, la presencia policial no es suficiente ni arregla el problema si paralelamente no se arbitran medidas de atención a los toxicómanos u otro tipo de políticas sociales. Juan Carlos Sierra, presidente de la Asociación de Vecinos del Grau, comentaba ayer que 'la situación es muy tensa, los vecinos reciben amenazas continuas, ¿qué pasará cuándo la policía no esté?'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de febrero de 2001