El equipo de gobierno de Maracena, una población del área metropolitana de Granada, ha decidido imponer justicia tras la disputa a golpes entre dos concejales de la oposición al término de un tormentoso pleno celebrado el martes pasado. El alcalde socialista y sus concejales han acordado pedir la renuncia como concejal de Luis Sánchez Castellano, de la Agrupación Democrática de Maracena, por su 'conducta violenta e irracional' que condujo al hospital, aquejado de una fuerte patada en los testículos a Antonio Miguel Moreno, de Izquierda Andaluza.
El Ayuntamiento de Maracena es una auténtica sopa de siglas. Los concejales socialistas, amenazados de expulsión, decidieron romper su alianza con el PP a primero de mes, lo que ha conducido a una crisis política con derivaciones violentas. El equipo de gobierno ha decidido intervenir después de establecer que fue Luis Sánchez el concejal que inició la pelea y que Antonio Romero 'se limitó a defenderse' en medio de 'la alteración propia de los inesperado y violento' de la conducta del otro.
El acuerdo municipal cita unas declaraciones a una emisora de radio local en las que el supuesto agresor recuerda un incidente similar: 'Yo he estado ocho años seguidos de concejal y sólo tuve un movimiento de brazo que le hice a un compañero'. Más adelante, Sánchez agrega con cierta nostalgia: 'En mi pueblo antes se daban dos bofetadas y cada uno se iba por su sitio y se acabó lo que se daba'.
El alcalde y sus concejales explican que los hechos nada tienen que ver con el 'sentir general' del pueblo y aseguran que en Maracena la tolerancia ha presidido siempre la convicencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de febrero de 2001