La reacción técnica de los mercados europeos no tuvo continuidad en la jornada de cierre semanal, en la que la desconfianza de los inversores se extendió a casi todos los sectores. El papel volvió a imponerse entre las sociedades de telecomunicaciones, al tiempo que los compradores escaseaban debido a la proximidad del vencimiento del mercado de futuros.
La apertura de los mercados estadounidenses fue también negativa ante la publicación de una serie de datos económicos que apuntaban, en conjunto, hacia una menor actividad, crecimiento de la desconfianza de los consumidores y fuerte subida de los precios industriales.
En aquellos mercados se impuso la retirada al añadirse al malestar por la evolución de la economía la circunstancia de que el próximo lunes las bolsas permanecerán cerradas. Las sociedades relacionadas con las nuevas tecnologías encabezaban la larga lista de descensos y el mercado Nasdaq llegaba a caer por encima del 7% en algunos momentos de la sesión.
Con todo, la bolsa española terminaba esta jornada con una ligera mejoría protagonizada por Telefónica, que llegaba a ganar algo más del 1% inmediatamente después de calcularse el precio de vencimiento para el mercado de futuros. Terminó con un alza del 0,66%
La presión del papel dio paso a algunos tanteos compradores a cargo de un par de intermediarios, ambos extranjeros, que acapararon la contratación sobre la operadora española.
El Ibex 35 y el índice general de Madrid cedieron al cierre el 0,77%, con una contratación en el Mercado Continuo de 327.566 millones de pesetas, 1.968,71 millones de euros, de los que un tercio se concentraba en los valores del grupo Telefónica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de febrero de 2001