El Gobierno vasco, a través del consejero Sabin Intxaurraga, consideró ayer 'muy corta' la reforma de la Justicia planteada por el ministro Ángel Acebes y criticó que el plan no tenga en cuenta la descentralización que exigiría el Estado autonómico. Pese a coincidir en la necesidad de un cambio profundo del sistema judicial para convertirlo en 'un servicio público de calidad', Intxaurraga criticó la orientación centralizadora de la reforma y la pretensión de cambiar el sistema de elección del CGPJ.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de febrero de 2001