Este domingo, diversos colectivos sociales, sindicales y políticos han convocado una consulta social-referéndum en Errenteria-Orereta sobre la deuda externa. Apreciando en lo que vale el grado de unidad conseguido (desde el PSE a EH, el conjunto de iglesias del pueblo, varias asociaciones de vecinos, sindicatos, organismos sociales), quisiera recordar algunas apreciaciones que ya en su día se realizaron desde la campaña Deuda externa, ¿deuda eterna? La deuda externa no se puede pagar, no se han encontrado vías para hacerlo. Años y años de refinanciamientos imposibles de cumplirse por parte de los países endeudados así nos lo demuestran. La deuda externa es ilegítima porque se originó en buena medida por la decisión de gobiernos dictatoriales o formalmente democráticos pero, en su mayoría, corruptos. La mayor parte de ella no se usó en beneficio del pueblo al que hoy se pretende obligar a pagar: gastos militares, obras faraónicas, cuentas particulares en paraísos fiscales..., ese fue el destino de buena parte del dinero prestado.
Es inmoral pagar la deuda externa, además porque para hacerlo los gobiernos deudores tienen que destinar un altísimo porcentaje del presupuesto del Estado, afectando principalmente a los programas sociales. Son tres buenas razones para que este domingo nos acerquemos a las urnas que se instalarán en los barrios de nuestro pueblo para depositar un auténtico voto útil, un voto por la libertad de mil millones de personal. -
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de febrero de 2001