Una vaca frisona de seis años, procedente de una granja lechera de Algadefe de la Vega (León), vendida en diciembre pasado a un tratante de ganado y trasladada a Galicia, donde murió hace días, ha dado positivo en el test de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o mal de las vacas locas, según fuentes del gobierno de Castilla y León.
Se trata del segundo caso que se contabiliza en granjas de este pueblo leonés y el tercero en la provincia. Si la enfermedad es confirmada por el Laboratorio Nacional de Referencia, será el caso número 25 de España. El propietario de la explotación, con 120 animales de ordeño, es Pablo García. Como José Herrero, dueño de la granja donde se detectó a principios de año un caso de EEB, con 170 vacas (las últimas se sacrificarán el próximo martes), la familia García pertenecía a la cooperativa Vega-Esla, de Toral de los Guzmanes. La alimentación en el destete de las terneras se hizo con piensos de iniciación. Se desconoce si estos contenían harinas cárnicas.
Este nuevo caso llevará con toda probabilidad al sacrificio de las 120 reses de la granja afectada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de febrero de 2001