Enrique Beltrán, fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la CV, insiste en empapelar a unos sindicalistas que alborotaron en el pleno de las Cortes celebrado el pasado 21 de noviembre. Dura lex, sed lex, que dicen los clásicos. Pero conocidos los hechos y sus consecuencias nos parece que, en este caso, el rigor linda con el ridículo. Mejor sería que tanto brío justiciero se aplicase a diligenciar sentencias pendientes, pues ya anda bastante averiada la justicia como para perder el tiempo en tales chorradas.
- Ángel Franco, senador socialista, no ha conseguido desviar la investigación que el Tribunal de Cuentas practica en el Puerto de Alicante y la sospechosa compra del apartahotel Meliá en tiempos de la administración socialista. Debe quedar claro si hubo o no estafa y malversación. El asunto apesta y colea demasiado tiempo como para olvidarlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de febrero de 2001