El ascenso de la extrema derecha en Australia tuvo su confirmación ayer en las elecciones del Estado de Queensland, al este del país, en las que el partido Una Nación, de marcada tendencia ultra, dividió el voto derechista. El resultado ha sido la pérdida de mayoría del Partido Conservador (actualmente en el Gobierno nacional). La división de ese electorado es vista como un síntoma de cambio ante las elecciones federales previstas para este año. El principal vencedor de las elecciones es el Partido Laborista de Peter Beattie, al que las primeras proyecciones de voto le otorgan 49 de los 89 escaños de la Cámara territorial de Queensland, con lo que tendrá vía libre para formar Gobierno.
El resultado de las elecciones supone un serio obstáculo en la carrera electoral por renovar por tercera vez su mandato en el Gobierno del país para el actual primer ministro, John Howard, y su Partido Conservador (la coalición Liberal-Nacional), ya que han sido sus votantes los que han desertado en masa hacia el partido Una Nación, una formación que aboga por recortar la inmigración de asiáticos, acabar con los privilegios para los aborígenes, reducir los impuestos y favorecer una mayor firmeza en cuestiones de seguridad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de febrero de 2001