El Departamento de Vivienda podrá multar hasta con cinco millones de pesetas a las comunidades de vecinos que no realicen la inspección técnica de sus edificios, algo que será obligatorio cuando se apruebe la ley de Ordenación de la Edificación, a la que está dando los últimos toques antes de enviar el proyecto al Parlamento. A partir de la entrada en vigor de la norma, los inmuebles con más de diez años deberán ser revisados por técnicos cualificados (arquitectos y aparejadores).
Esta inspección es algo similar a la ITV que periódicamente deben pasar los coches. Según el borrador del proyecto, se trata de una revisión visual realizada por especialistas en la que se comprobará la estructura de la construcción, incluyendo cubiertas, fachadas y las redes de saneamiento y abastecimiento. También se realizará alguna cata.
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De momento, no está previsto inspeccionar ascensores e instalaciones eléctricas. Los técnicos elaborarán un informe y se lo enviarán a la comunidad de vecinos. Las conclusiones del éxamen técnico no obligarán a los propietarios a subsanar los daños, excepto si se descubren posibles perjuicios para el resto de ciudadanos (por ejemplo, un tejado mal agarrado del que podrían desprenderse tejas). No superar una inspección técnica será considerado como una infracción leve, pero no realizarla, como grave. En este caso, la cuantía de la sanción oscilará entre las 250.000 pesetas y los cinco millones. La multa recaerá directamente sobre la comunidad de vecinos. En Euskadi existen 141.000 edificios de viviendas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de febrero de 2001