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LA OPINIÓN DEL LECTOR

No voy al metro a ver la tele

El otro día, al volver del trabajo en metro, éste hizo de repente un ruido ensordecedor y se paró de repente; estábamos en medio del túnel. ¿Cinco, 10, 15, 20, 30...? He perdido la cuenta de los minutos. ¡Por Dios, que nos saquen de aquí ya! Por fortuna, no viajaba en el vagón nadie con problemas del corazón. La gente salía descompuesta e indignada. Me pregunto si no es mejor gastarse el dinero (que no es poco el que pagamos) en prevenir las más que posibles averías que en la cantidad de monitores de televisión (la inmensa mayoría, completamente inútiles, porque nadie se para a verlos de la prisa que lleva) que nos han colgado. Porque, vamos a ver, yo voy en metro por necesidad, y no a ver la tele.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de febrero de 2001