La apertura a la baja del mercado Nasdaq arrastró ayer al conjunto de las bolsas europeas que, hasta ese momento, habían superado con discretos altibajos la obligada espera del IPC de Estados Unidos. El índice de los valores tecnológicos se vio afectado por las dudas sobre los resultados futuros de las empresas del sector y terminó la jornada con un descenso de 106,97 puntos (un 4,41%), que se suman a los 127 puntos (4,99%) que perdió el viernes. El índice Dow Jones de valores industriales cayó sólo un 0,64%.
Las expectativas de los analistas estadounidenses apuntan al 0,3% de incremento de los precios al consumo en enero, un dato que parece muy bajo si se tiene en cuenta que el índice de precios industriales creció en ese mes el 1,1%. Aunque nadie espera que la Reserva Federal suba los tipos de interés antes de su reunión del mes de marzo, el dato del IPC de enero se considera básico para conocer el impacto sobre los precios de la creciente desconfianza de los consumidores y el primer recorte de los tipos.
La bolsa española volvió a destacar del conjunto por la facilidad con que cedió terreno ante al empuje vendedor, ocupando el primer lugar en la zona euro, pero superada por Londres, que perdió el 1,87%. El índice general de Madrid bajó el 1,63% y el Ibex 35 el 1,83%.
La reanudación de la contratación de Aceralia, con una alza del 27,58%, trajo consigo una animación inesperada en el sector siderúrgico. El índice de ese sector subió ayer el 5,35% en Madrid y acumula una ganancia anual del 26,50%, frente al 4,49% que gana el mercado madrileño o el 6,26% del Ibex 35.
En el mercado de divisas, el euro obtuvo un cambio oficial de 0,9070 dólares, nuevo mínimo del año, ante la inesperada presión en favor del dólar por la masiva compra de esta moneda por parte de las entidades financieras de Turquía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de febrero de 2001