Unió y Convergència tendrán ejecutivas paritarias en todos los órganos de dirección territorial, similares al actual comité de enlace, según han acordado ambos partidos en el marco de las negociaciones para refundar la coalición. Este acuerdo contrasta con las dificultades que encuentran a la hora de consensuar una fórmula para confeccionar las listas de las elecciones municipales. El preacuerdo debe cerrarse antes del 24 de marzo, fecha para la que hay convocado un consejo nacional de Unió en el que Josep Sánchez Llibre podría abandonar la secretaría de organización.
Convergència Democràtica (CDC) y Unió Democràtica (UDC) se repartirán el poder al 50% en la totalidad de las ejecutivas territoriales, desde la misma cúpula hasta los comités locales de la coalición. Los democristianos han conseguido arrancar a sus socios una de sus principales reivindicaciones: la creación de órganos directivos para la toma paritaria de decisiones. Estos nuevos comités tendrán fundamentalmente funciones ejecutivas, y no de simple coordinación de estrategias políticas como sucede en la actualidad con el comité de enlace entre direcciones. Unió cree que con esta nueva fórmula se podrán evitar eventuales conflictos, por ejemplo la designación unilateral de candidatos a las elecciones.
No obstante, las negociaciones se encuentran encalladas en lo que se refiere a la reformulación de un pacto municipal que debe fijar, sobre todo, el reparto de puestos en las candidaturas para las elecciones locales. Unió quiere revocar el actual sistema de cuotas, por el cual le corresponde el 25% de los puestos, y pactar otra fórmula más paritaria.
Los democristianos dan prioridad a este punto de las negociaciones ya que la gran mayoría de los conflictos con sus socios de Convergència se dan en el ámbito municipal, donde existen más reticencias entre los militantes.
Comité de gobierno
Los dos partidos nacionalistas deben alcanzar un preacuerdo sobre el nuevo protocolo de relaciones antes del 24 de marzo, fecha límite que han impuesto los dirigentes de Unió. Ese mismo día, el consejo nacional de los democristianos debe ratificar el pacto con sus socios y también dar el visto bueno a la reestructuración del comité de gobierno de UDC que está ultimando Josep Antoni Duran Lleida.
El líder de Unió se está planteando sustituir a Josep Sánchez Llibre al frente de la secretaría de organización para que se dedique plenamente a sus tareas como diputado en el Congreso. En esta nueva etapa de plena dedicación al partido, tras su dimisión como consejero de Gobernación del Gobierno catalán, Duran pretende reforzar todas las áreas de poder y, según fuentes de UDC, Sánchez Llibre, con su dilatada experiencia en Madrid, es una pieza clave de este organigrama.
La intención inicial de Josep Sánchez era abandonar la secretaría de organización en el congreso de Unió del próximo año. Y así habría sucedido si Ramon Espadaler, actual director de Administración Local de la Generalitat y persona de absoluta confianza de Duran, hubiera accedido a la secretaría general de Unió. Sánchez Llibre estaría más liberado de trabajo.
Pero la candidatura de Espadaler parece a todas luces descartada, a pesar de que la mayoría de los dirigentes territoriales lo prefiere, ya que el líder de UDC desea que el nuevo secretario general actúe como un verdadero número dos de la formación, lo que no significa erigirle en delfín. Quien sí está confirmado en su cargo es Josep Casas como portavoz del partido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de febrero de 2001