El Ayuntamiento de Madrid concedió, en junio de 2000, la licencia para que Renfe comenzase a construir en San Cristóbal de los Ángeles (Villaverde) los 24 grandes tanques de combustible que, finalmente, ha renunciado a poner en marcha. Pero el gobierno municipal otorgó ese permiso sin realizar previamente un estudio de riesgos, trámite que le había exigido la Comunidad para evaluar los posibles efectos nocivos de ese tipo de instalaciones en un lugar que dista 200 metros de una zona de viviendas.
El gerente de Urbanismo, Luis Armada, alegó ayer que la culpa fue de la burocracia: el Ayuntamiento concedió la licencia porque consideraba que el citado estudio no era necesario. Como la Comunidad tardó mucho en alertarle de que la ley obligaba a redactar el informe, el Consistorio no pudo dar marcha atrás: ya había dado la licencia de construcción. Según Armada, el Ayuntamiento otorgó sólo permiso para construir los tanques, pero no para su puesta en marcha.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de febrero de 2001