'No hay derecho a que los cines se hayan puesto a 900 pesetas, me parece un atraco', declara Marisa. 'Nos condenan a los jóvenes a la litrona al aire libre por las noches en los fines de semana, además de sepultarnos en la incultura, porque tampoco los museos son gratuitos. Y no me vengan con eso del Día del Espectador y del carné joven, que no son más que parches. Lo que debieran hacer es bajar los precios y democratizar más la cultura, que no puede ser sólo para los que tienen ingresos estables', propone.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de febrero de 2001