'No veo la razón por la cual las ambulancias han de ir siempre con la sirena aullando, lleven o no enfermos dentro, vayan o no a recogerlos', se queja Arsenio. 'Las ambulancias deberían ser respetuosas con algo tan importante como es la calma y la paz urbanas, que no pueden violentar como lo hacen siempre. La ciudad está llena de niños y de ancianos, que o bien necesitan tranquilidad o bien precisan de silencio cuando duermen o descansan. Con el empleo de las señales ópticas que las ambulancias llevan sería más que suficiente en muchos casos, salvo en los atascos, en los que el despliegue de las sirenas sí está, casi siempre, justificado', agrega.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de febrero de 2001