El pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer, por aclamación y con un torrente de aplausos, una declaración institucional suscrita por todos los partidos de condena del golpe del 23-F en su vigésimo aniversario, y junto a ella, el rechazo a cualquier acto terrorista. El texto aprobado dice lo siguiente:
'El Congreso de los Diputados, desde la representación que tiene constitucionalmente confiada:
- Rechaza con toda energía el nuevo acto de barbarie terrorista que ha tenido lugar en San Sebastián, que ha costado la vida a dos trabajadores, José Ángel Santos Larrañaga y Josu Leonés Azcona, y herido a otras cuatro personas. El Congreso reitera que no existe objetivo político que pueda reclamarse en democracia mediante daños, coacciones, amenazas, chantajes o asesinatos. La violencia, cualquier forma de violencia, es moralmente aborrecible e incompatible radicalmente con el ejercicio de la acción política democrática.
- Junto al más contundente rechazo de este brutal acto terrorista, el Congreso quiere condenar el grave atentado contra el orden constitucional que hace 20 años pretendió anular el régimen de libertades, vulnerar la legalidad y sustituir por la fuerza la voluntad democráticamente expresada de los españoles.
- Subraya su más profunda repulsa ante cualquier intento de alterar la legalidad y el normal funcionamiento de las instituciones por métodos violentos, al tiempo que manifiesta su total identificación con la libertad, la democracia y el respeto a los derechos fundamentales como valores inspiradores de nuestro texto constitucional.
- El Congreso quiere, por último, felicitarse por la consolidación de nuestro sistema de derechos y libertades, y reafirmar su convencimiento en la plena vigencia de estos valores frente a quienes, en cualquier tiempo y lugar, pretenden imponer sus propósitos totalitarios por medio del terror y la violencia'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de febrero de 2001