'Nunca me he excedido con los métodos para poner orden', afirmó ayer Miguel Ángel G. -jefe de estudios del instituto Valdebernardo y catedrático de Lengua y Literatura- al conocer que 54 jóvenes del centro le habían presentado una denuncia ante el Defensor del Menor por presunto maltrato físico y psíquico. Y Abel Ordas, el director, le dio la razón: 'Tenemos un porcentaje de alumnos que no tienen ningún tipo de decoro y que no aceptan las normas de convivencia y compañerismo'.
El instituto -que tiene 160 alumnos de la ESO (entre 12 y 16 años)- comenzó a funcionar este curso 'en condiciones de penuria lamentables', según su director. Además de haber sufrido retraso en las instalaciones, tiene un alto porcentaje de alumnos de familias desestructuradas. 'Llamarles la atención o intentar corregir esas conductas que deterioran la actividad académica les duele mucho', añade Ordas.
Pero los alumnos relatan a la salida del instituto algo más que una llamada al orden. Una joven -que llora porque un compañero le acaba de escupir- asegura que el jefe de estudios la llamó 'zorra'. Otro de 13 años salía azorado porque, dice, el docente le había tirado del pelo. 'Luego, riéndose, me ha dicho: '¿A que te he asustado?' La joven de 13 años que decidió dirigirse al Defensor del Menor, Javier Urra, dice: 'Queremos que le echen porque estamos hartos de que nos pegue y nos falte al respeto'.
'A mi primo, que es un chico muy bueno, le dio, y vino mi tío a quejarse y no pudo hablar con el jefe de estudios', asegura otra. Sin embargo, no todos los que han firmado la denuncia están tan convencidos: 'Yo firmé la carta porque me lo dijeron', reconoce un chaval.
En el centro, que no ha cumplido un año de vida, hay más de una puerta desvencijada. Los interruptores de los lavabos están machacados. Pero lo más llamativo son unas pintadas realizadas con rotulador en un muro exterior: 'Miguel Ángel, que sepas que estás amenazado y que éstas me las pagas, maricón'. Otra: 'Me cago en los muertos del Comisario'. El Comisario, según explica un grupo de alumnos, es como apodan al jefe de estudios.
'Yo no digo que seamos perfectos, ni que seamos ángeles, pero tampoco es como para que nos pegue un profesor', asegura una alumna de 13 años. Y le contesta otro: 'Llegó aquí amenazando y diciendo que venía de un colegio de Vallecas o de Villaverde y que tenía a muchos amigos policías', cuenta un alumno a propósito del denunciado, que lleva impartiendo docencia 25 años y asegura no haber tenido problemas nunca. Pero una compañera afirma que más de una vez ha tenido que intervenir la policía para poner orden. Fuentes de la Consejería de Educación, que encabeza Gustavo Villapalos, aseguraron que la inspección no ha recibido noticias de los problemas del centro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de febrero de 2001