Una reflexión esperpéntica sobre el dolor y sus consecuencias, un velatorio tormentoso, una historia enloquecida de buenos y malos y una fábula de inmigrantes ambientada en el aeropuerto de Barajas pondrán a tono el festival Escena Contemporánea el fin de semana. El matrimonio Palavrakis mostrará la excentricidad de su sufrimiento en Pradillo; las plañideras macho de Atra Bilis estarán de cháchara en Cuarta Pared; ángeles y demonios de Mala leche se repartirán entre Móstoles y Aranjuez, y cinco extranjeros transformarán la Casa de América en un área de personas 'irregulares o sospechosas'.
La actriz, dramaturga y directora de El matrimonio Palavrakis, Angélica Liddell, lanzará a una pareja de 'monstruos' a las tablas del teatro Pradillo para ahondar en el origen de la tragedia, donde se encuentra el dolor: 'Todo nace del dolor, del que nos producen las cosas, del que nos destroza mientras dura nuestra mezquina existencia; el sufrimiento deriva en locura y la locura engendra monstruos', detalla. El apellido no es lo único raro de este matrimonio, hecho jirones a causa del asesinato de su hija Chloé. Desde entonces, Elisa, la madre, se dedica a confeccionar trajes a su perrillo ciego y Mateo, el padre, a comprar bragas usadas a las colegialas.
Ajenos a los desvelos de los Palavrakis, cuatro tipos vestidos de plañideras ancianas convertirán un velatorio en un programa de confidencias, sacando a relucir 'desamores, odios, secretos y deseos' en la sala Cuarta Pared. Atra Bilis, de la compañía Micomicón, 'es el testimonio del rencor y la amargura de cuatro ancianas que rumian una cólera negra; herederas de Bernarda Alba y del esperpento, le deben casi todo a Borges y a Allan Poe', según la compañía.
Los actores del montaje Mala leche, por su parte, han preparado una trama de buenos y malos. 'Dos señores y una señora que están como una regadera -los buenos- ocupan un teatro para ofrecer a sus amigos los números que han preparado con motivo del Día de la Felicidad Obligada; entonces, los malos se propondrán impedirles la actuación', resumen los programadores. Esta comedia pasará hoy por el centro cultural El Soto de Móstoles y el sábado y el domingo por la Nave de Cambaleo, en Aranjuez.
Y el toque social realista estará a cargo de los Pasajeros de la compañía El Globo. Esta fábula de inmigrantes transcurre en 'el área destinada a las personas irregulares o sospechosas' del aeropuerto de Barajas. En realidad, la acción se produce en el remedo aeroportuario que han preparado en el anfiteatro de la Casa de América. Allí tendrán que pasar una noche de tensión y miedo una joven sudamericana, un marroquí, un transexual de Orense, un cubano y otro extranjero, 'vigilados por un funcionario no demasiado contento con su trabajo ni con su vida', como afirma el director de la compañía, Luis Garván. Por cierto, que Garván recuerda que pidió mobiliario a AENA para ambientar el espectáculo y que, primero, recibió un sí y, al final, una negativa. 'Debe de ser que supieron del contenido del espectáculo y se echaron atrás', opina.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de febrero de 2001