El cierre de un instituto es una mala noticia. Tras décadas de funcionamiento, este curso cerrará el IES Rovira i Virgili de Tarragona. Desde hace años, el instituto perdía alumnos y la Administración ha preferido vernos morir lentamente.
En los últimos tiempos en Tarragona se han hecho muchos institutos nuevos, pero a las autoridades no les pareció conveniente la transformación del nuestro. En su día nos dijeron que nuestros temores de supresión eran infundados. Se ha preferido el cierre a otras soluciones como la concertación de la oferta de bachilleres en el complejo y una política de becas que permitiese que alumnos de toda Cataluña tuviesen la opción de estudiar internos.
Esperamos que nuestro caso sirva como ejemplo de lo que no se debe hacer con una comunidad educativa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de febrero de 2001