palabras de la señora Ferrusola se deduce la idea de su Cataluña ideal. Una Cataluña monolingüe en la que todos bailamos sardana, comemos pa amb tomàquet y, por supuesto, acudimos a misa de 12.00 cada domingo. Ahora que los charnegos empezaban a integrarse, va y aparecen éstos ocupando iglesias -'Mare de Déu Senyor!!'- y pidiendo derechos y comida; es más, nos traen otra lengua para acabar con el catalán, otra religión y, encima, se quedan con el dinero (subvenciones) de todos los catalanes. No, si quieren venir que vengan -'pobrets'- pero que usen nuestras costumbres y se olviden de las suyas, ¿o les va a salir gratis el vivir bien aprovechándose de nuestro divino don empresarial? Lo grave del asunto es que este nacionalcatolicismo representa a parte de los catalanes. Ante todo esto, yo recordaría dos frases, una de Pujol y otra de Raimon: 'Es catalán quien vive y trabaja en Cataluña' y 'qui perd els orígens perd identitat'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de febrero de 2001