Como vecino del Ensanche de Bilbao, me agrada ver que ha surgido una asociación de vecinos que está tratando de proteger el edificio del Depósito Franco de Uribitarte y de parar esa obra faraónica que nos quiere vender el Ayuntamiento de Bilbao como el colmo de la modernidad. El concejal de Urbanismo, Ibon Areso, defiende a capa y espada el proyecto a pesar de que, por lo que veo, la Diputación no lo ve con tan buenos ojos.
Me pregunto si, en el caso de que el proyecto se venga abajo, va a pagar el señor Areso de su bolsillo las posibles indemnizaciones que su empecinamiento va a producir al Consistorio o seremos como siempre el conjunto de los ciudadanos los que tendremos que cargar con los gastos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de febrero de 2001