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OPINIÓN DEL LECTOR

El lamentable espectáculo

El lamentable espectáculo que se ha dado en el Parlamento andaluz da lugar a que conozcamos la catadura de los políticos que tenemos, aunque no todos.

Sin entrar en valorar el hecho público o privado de unos comentarios xenófobos, que naturalmente se dieron en el contexto de una conversación que desconocemos en sus términos y contenidos, quiero fijar la atención en un hecho digno de consideración. Pocas veces hemos visto actuar a un partido político con la celeridad con que lo ha hecho el PSOE y de manera singular, cesando al responsable del incidente.

Lo que no es de recibo es que los dirigentes del PP quieran, a propósito de este desatino, exigir la dimisión de otros miembros del PSOE, en este caso del portavoz socialista, pues eso es una injerencia, y para mi gusto, una sucia maniobra, dado que son los propios partidos quienes designan a sus representantes.

Lo que quieren los del PP es armar lío para que no nos fijemos en sus propios desvaríos, y puede que parcialmente lo logren, pero sería más saludable para España y Andalucía que miraran en su interior y escucharan sus propias 'voces en off' que resuenan en nuestros oídos, tales como las declaraciones de la ministra Villalobos a propósito del 'caldito sin huesos' y su repercusión inmediata en la economía de los ganaderos, o el Plan Hidrológico Nacional que en este país, según el ministro Cañete, se hará por 'cojones' o el disparate xenófobo de este mismo señor proponiendo, con la mayor naturalidad, comercializar harinas cárnicas a, precisamente, los países pobres.

Lo que tienen que hacer estos señores es dedicarse a buscar soluciones que puedan paliar los problemas que la Ley de Extranjería, que nadie acepta, está provocando, tanto en el aspecto económico como en el humano y emplear su tiempo en lo que es su responsabilidad: gobernar para todos los españoles.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de febrero de 2001