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RAÍCES

Domínguez Ortiz: 'Los andaluces descendemos de gente del norte'

'Andalucía es a la vez antiquísima y recientísima, una y múltiple', según el académico de la Historia Antonio Domínguez Ortiz, quien hizo, en la noche del lunes, un recorrido histórico de la comunidad en la conferencia Andalucía y sus precedentes: Tartessos, la Bética y Al-Ándalus, celebrada en la Casa de la Provincia de Sevilla. 'Andalucía desde un punto de vista jurídico no ha existido hasta la proclamación de la autonomía, pero en un sentido amplio es la historia de la parte más antigua de la península Ibérica', indicó el autor de Orto y ocaso de Sevilla.

Un espacio geográfico no bien delimitado hasta tiempos recientes, pero siempre en el sur que le convierte en frontera entre dos continentes y con una 'extraordinaria variedad, tanto geográfica como humana y cultural', una gran capacidad para absorber gentes de los más diversos lugares con continuos cambios demográficos y un crisol de culturas es lo que, a su juicio, da a Andalucía sus señas de identidad. 'Ninguna parte de la Península ha sufrido cambios demográficos tan fuertes', afirmó el historiador, 'son los más dramáticos e intensos de España'. Los movimientos migratorios -la mayoría forzados- y la repoblación con gentes del norte y el este impiden establecer una continuidad antropológica: 'Se nos hace difícil pensar eso, pero en la población actual hay pocos descendientes de los habitantes de la época de Argantonio o Abderramán III. Somos, en esencia, descendientes de gente del norte'.

La capacidad de integración de culturas es otro de los rasgos distintivos que el autor de España, tres milenios de Historia señaló sobre Andalucía. 'Es un conjunto de culturas sucediéndose y encapsulándose como muñecas rusas unas a otras', dijo. Desde Tartessos a Turdetania, la Bética romana, la etapa visigoda y la invasión araboberberisca, el académico evocó un devenir histórico con sucesivos vaivenes de apogeo y decadencia. En ese marco, con 'zonas de luz y tinieblas, cimas y depresiones' en el que el movimiento poblacional es una constante, Domínguez Ortiz apuntó la incertidumbre sobre el porvenir.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de febrero de 2001