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Los 'cortadores de cabezas' matan a 118 civiles que trataban de huir de Borneo protegidos por la policía

Una caravana de cientos de madureses que huían escoltados por la policía de la zona de las matanzas en la isla de Borneo fueron atacados ayer por una banda de 600 dayaks (los cortadores de cabezas), quienes causaron la muerte a 118 civiles. Los 10 agentes que protegían el convoy se dieron a la fuga, igual que cientos de aterrorizados madureses, ocultándose todos en la foresta hasta la llegada de refuerzos.

Este grave incidente demuestra el grado de violencia que se vive en la isla, igual que otro en el que policías y militares indonesios intercambiaron disparos por error cerca del río Sampit, lo que demuestra el caos existente.

La columna de refugiados trataba de alcanzar Palangkaraya, capital de la región de Kalimantan, cuando fueron asaltados. 'El grupo se partió en dos debido a la falta de vehículos de transporte y los dayaks atacaron a los rezagados', aseguró ayer el portavoz de la policía indonesia Didi Widayadi. Otro jefe policial, Tato Suharto, aseguró a la agencia France Presse que la caravana fue atacada con machetes y hachas y que muchos de los muertos fueron decapitados. Al parecer esta costumbre de los dayaks de decapitar a sus víctimas tiene un significado religioso, pues creen impedir de este modo que el espíritu abandone el cuerpo.

Los dayaks, animistas y cristianos, son originarios de Borneo. Los madureses, musulmanes procedentes de Java, llegaron a Borneo hace 70 años. Trabajadores y dispuestos a la ayuda de los de su etnia, los madureses han logrado en poco tiempo hacerse con el control de la administración local y de los mejores negocios. Más de 25.000 madureses se hacinan desde hace días en el puerto esperando su repatriación a Java.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de febrero de 2001