El mercante maltés Kristal, cuyo naufragio el martes a 74 millas (unos 135 kilómetros) de A Coruña costó la vida a cuatro marinos y la desaparición de siete, entre ellos dos gallegos, había sido retenido en cuatro puertos europeos por fallos en el mantenimiento y malas condiciones higiénico sanitarias, según confirmó ayer la capitanía marítima de A Coruña.
También el Erika, el petrolero que se partió en dos en las costas francesas el pasado año, había sido retenido cuatro veces por causas similares, según recordó el presidente de la Asociación Española de Titulados Náutico-Pesqueros, José Manuel Muñiz. Uno de los 24 marineros rescatados aseguró a la tripulación del helicóptero que la madrugada anterior al naufragio habían oído un enorme crujido en el buque.
Ayer los servicios de rescate recuperaron un cuarto cadáver. Aunque todavía no ha sido identificado, se ha descartado que corresponda a Miguel Ángel Gómez, de 52 años, o a Juan Carlos Infante, de 42, (que había perdido a un hermano en la mar hace tres años), los dos españoles que todavía no han sido encontrados.
Por su parte, cuatro remolcadores de Salvamento Marítimo centraban sus esfuerzos anoche en alejar de la costa las dos mitades del carguero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de marzo de 2001