'Les telefoneo para denunciar la descoordinación que se observa en las obras del área de Barquillo', comenta un lector indignado. 'Mientras en el tramo que abarca desde la calle de Fernando VI a la de Alcalá, Madritel ha abierto las aceras a sus zanjas', explica, 'entre las calles de Alcalá y Fernando VI otras obras de naturaleza parecida han abierto las aceras, pero en esta ocasión por parte de una compañía de gas. Todo lo acontecido', añade, 'es mucho más grave si se tiene en cuenta que en ese mismo perímetro se encuentra situada la ONCE, en la calle de Prim. Los invidentes sufren muchísimos riesgos al transitar, necesariamente, por esa zona'. 'La descoordinación existente se convierte por ello en una vergüenza inadmisible, lo mismo que la falta de sensibilidad de todos aquellos automovilistas que estacionan en las aceras con total desprecio hacia los invidentes', concluye.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de marzo de 2001