Las máquinas excavadoras llevan ya un tiempo trabajando a uno y otro lado del cauce del Besòs. Pero ahora ya se empieza a vislumbrar el gran agujero que ocultará todo el tendido eléctrico de alta tensión que durante años ha acompañado la imagen del lecho de un río que pocas veces lo parece. Dentro de tres años, los gigantescos postes eléctricos desaparecerán, los cables estarán ocultos bajo tierra y Endesa sustituirá las dos térmicas del margen derecho del Besòs por dos centrales de ciclo combinado. Pero las tres chimeneas de las térmica del margen izquierdo permenacerán en pie. Tal vez sólo como recuerdo, como ha ocurrido con las de Fecsa del Paral.el.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de marzo de 2001