Las relaciones entre el Ayuntamiento de Jerez y la Universidad de Cádiz (UCA) vuelven a atravesar por momentos de tirantez y aspereza. El motivo es, nuevamente, el campus universitario que se construye en la ciudad, un proyecto en el que el municipio dice observar una gran dejadez y desgana por parte de la UCA. La tranquilidad que se respiraba tras la colocación de la primera piedra y el comienzo de los trabajos a principios de año se ha quebrado tras denunciar el gobierno municipal la 'enorme lentitud' con la que avanzan las obras de urbanización, que en el último mes apenas han progresado, según fuentes de la universidad y de la empresa constructora, por los problemas provocados por la lluvia y el mal tiempo.
A juicio de la delegada municipal de Educación, María de los Angeles Gómez, ésta no es razón para que se ralenticen hasta tal extremo los trabajos. 'Hay otras muchas obras en la ciudad que marchan a buen ritmo a pesar del mal tiempo', indicó Gómez. La delegada dio un toque de atención a la UCA al pedirle que 'se tome más en serio' el campus de Jerez tanto en las obras como en las titulaciones. Este último aspecto también ha dejado al descubierto las diferencias de criterio que existen entre la Universidad de Cádiz y la Junta con el Ayuntamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de marzo de 2001