He comprobado con satisfacción cómo el Ayuntamiento de Alicante ha dispuesto por fin plazas para discapacitados físicos personalizadas en las vías públicas normales de los barrios periféricos. Aparte de felicitarme por lo que me corresponde como discapacitada física, a la vez que solicito mi plaza, animo a los discapacitados físicos de Alicante a que soliciten su plaza en la puerta de su domicilio al igual que el señor que dispone de una con el poste y placas rotuladas por el Ayuntamiento y que, por cierto, si a otro discapacitado se le ocurre aparcar allí rápidamente viene la grúa y se le lleva el vehículo aunque su tarjeta esté actualizada.
Una señal para discapacitados homologada en toda la UE, ¿se puede utilizar para personalizar una plaza de aparcamiento en la vía pública? Si eso es así habrá que ponerlo en conocimiento del Parlamento Europeo para que nos cambien las tarjetas con distintivo comunitario y nadie pueda caer en la trampa de creer que todos los discapacitados tienen el mismo derecho. Al mismo tiempo, advertir a todos los discapacitados de que en Alicante existen plazas para disfrute de un señor en particular. Querría preguntarle al alcalde si en el criterio seguido para esta personalización ha influido la ¿amistad, el parentesco, la afinidad política o ha sido usted engañado
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de marzo de 2001