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COLUMNA

Pilar Soler

Los primeros días de marzo se amontonan, desde hace años y venturosamente, los actos dedicados a las mujeres, a los que somos convocadas por toda clase de organizaciones e instituciones. Dones Progressistes, una vez más, ha entregado sus premios en una fiesta magnífica: allí estaba el recuerdo de Pepa García, las valientes mujeres de Vivir, la empresa solidaria Cuplé, Carmen Alborch, Pepe Bono, Gemma Nierga y el espíritu burlón de Pedro Almodóvar. Pero la noticia de la semana, a mi modesto entender, ha sido la que concierne a una mujer muy especial, por cómo es y por lo que significa: Pilar Soler ha recibido, por fin, el reconocimiento oficial a una vida dedicada a la lucha por los derechos de los más débiles, y especialmente de las mujeres. (Por cierto, los de Progressistes son unos premios ya con solera y prestigio, pero sin nombre. ¿No podrían ser los Premios Pilar Soler a la lucha por la igualdad?).

No voy a pretender contarles, en 350 palabras, tan descomunal currículum. Desde Dones Antifeixistes, en 1933, y la guerra, la cárcel y el exilio, pasando por el PCE y el Movimiento Democrático de Mujeres, la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas... hasta las no lejanas manifestaciones bajo la lluvia contra el desmantelamiento del Institut de la Dona. Cuando ha habido algo que reclamar, a Pilar Soler no la ha dejado en casa nada ni nadie, si siquiera la necesidad de moverse con el bastón.

Sabemos que ahora está pasando un mal trago familiar, y que por eso no pudo acudir a la fiesta, donde tanto se la echó de menos. Amalia Alba leyó su mensaje: 'Chicas, esto es un triunfo político, porque ya sabeis cómo son'. Insobornable.

Parece que no ha sido fácil, pero lo importante es que, finalmente, las Cortes Valencianas honrarán el día 8 a tan insigne representante del bando rojo. Ello significa que al partidismo se han impuesto la razón y la justicia, y es a la Cámara a quien hay que felicitar por ello.

En cuanto a Pilar: hasta pronto, ánimo y un abrazo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de marzo de 2001